Polos opuestos, almas gemelas.

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domingo, 30 de diciembre de 2012

Capítulo 14: Confía en mi.

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Capítulo 14: Confía en mi.

(Narra Sally)

Miraba a Harry incrédula. ¿Había oído bien o eran imaginaciones mías? ¿De verdad que dijo que era yo la que le estaba volviendo loco? Lo miraba fijamente a los ojos, parpadeé un par de veces seguidas y una tímida sonrisa quiso aparecer en mi rostro, una estúpida sonrisa que esbocé contagiándosela a Harry. El me miraba con una amplia sonrisa y sin despejar la mirada de mi ni un segundo. Me senté en mi cama y con la mano le indiqué que se sentara en frente de mi. Yo estaba apoyada en el cabecero y él en frente. Aún no le había hablado, pero es que no sabía que decirle. No sabía si era de sus típicas frases para conquistar a todas o si lo decía de verdad... Pero viendo como era Harry con todas me imaginé lo primero.

-Ya claro, ¿a cuántas más se lo has dicho?
-No, Sally... Yo... -su sonrisa desapareció y agachó la cabeza un poco avergonzado.
-¿Qué pasa?
-Yo quería hablar contigo sobre ese tema...
-¿Qué tema? Me estas asustando...
-Verás, yo... Yo voy a cambiar. Quiero centrarme, y... enamorarme.
-¿Enamorarte? Oh, no. Harry, me estás diciendo que...
-No, bueno, no lo sé. Es que... cuando te vi con aquel chico pues... Me puse celoso, o eso dijo Zayn.
-¿Zayn? Espera, ¿qué chico?
-Sí, hoy cuando terminaste de preparar lo de la fiesta, saliste corriendo y abrazaste a un chico que estaba junto a un Volvo plateado.
-Harry, era mi hermano.
-¿Tu hermano? -comencé a reír. Él rió nervioso y luego me miró fijamente haciendo que me perdiera en sus hermosos ojos verdes.
-Sí, era mi hermano -sonreí- ¿De verdad estabas celoso?
-Un poco... O bueno, eso dijo Zayn, yo no lo creía. No sabía lo que era.
-¿No sabías lo que era?
-No. Nunca me enamoré, no sé lo que es el amor, no sé lo que son los celos, esas mariposas en el estómago de las que siempre hablan en las películas románticas, esas ganas de pasar el mayor tiempo posible con ella, no sé lo que es... Y por eso mismo yo quería venir aquí, Sally. Quiero que seas tú la que me enseñe que es la palabra amor.

Miraba fijamente a Harry. Sus palabras sonaban sinceras y de vez en cuando esbozaba alguna sonrisa tímida, algo que jamás había visto en Harry. Y aunque lo conociera de poco tiempo no era nada tímido. Lo miraba fijamente a los ojos perdiéndome en ellos. Parpadeé varias veces seguidas y sonreí a lo bajo, quería hablar y contestarle pero como antes, me había dejado muda. Algo extraño se produjo dentro de mi, algo que en parte me daba miedo, porque quien sabe si en realidad todo era cierto, y no era de las suyas para hacerme caer a sus pies y luego dejarme para irse con otra. Levanté mi cabeza para mirarle. Él aún no me había quitado el ojo de encima y su sonrisa no había desparecido de su rostro.

-Sé que ahora no me creerás por como he sido con las chicas... Pero, por favor, confía en mi.
-Esta bien, Harry. Confiaré en ti -el me miró sonriente.
-Por cierto, te quedan genial las gafas.

Me acerqué la mano a los ojos para tocarme las gafas, ¡pensé que me las había quitado! Reí y me las coloqué bien. Le pregunté a Harry si quería algo de beber o comer pero no quiso nada. Estuvimos un rato hablando, cerca de la hora y media, pero mi madre nos interrumpió para que yo bajara a cenar. Harry se acercó a la ventana.

-¿Quieres salir mejor por la puerta?
-No, tranquila. No quiero que tus padres me vean... -dijo acercándose a mi para darme un beso en la mejilla.
-Esta bien -sonreí tímida- Nos vemos mañana en la fiesta.
-Ya hablaremos. Quiero el Domingo llevarte a un sitio, pero no te lo voy a decir, es sorpresa.
-Odio las sorpresas.
-Pues conmigo tendrás muchas sorpresas -dijo riendo- Bueno, nos vemos mañana. Adiós, Sally.
-Adiós, Harry.

Le ayudé a bajar de la ventana y observé como bajaba por el árbol. Cuando ya estaba en la acera, en frente de la casa de Louis, me miró y se despidió con la mano. Me despedí por última vez y me iba a meter en la habitación cuando vi a Louis en su ventana. Le miré riendo, deseando que no hubiera escuchado ni visto nada. Me hizo una señal con las manos dándome a entender que después hablaríamos mientras movía las cejas de arriba a abajo. Puse los ojos en blanco y bajé al salón para cenar.

(Narra Louis)

Escuché ruido en la casa de Sally, asi que me asomé a mi ventana para ver si pasaba algo cuando me encontré con un chico sentado en su ventana, ella estaba detrás de él con una estúpida sonrisa en la cara, igual que la del chico. En realidad eran muy tiernos... él había subido por el árbol y había llegado hasta su ventana para verla y hablar con ella. Cuando se despidió del chico con la mano se giró para entrar en su habitación. Ella comenzó a reír. Yo le hice una señal con la mano para decirle que luego quería hablar con ella. Puso los ojos en blancos y se bajó de la ventana.

De mientras que esperaba a Sally estuve hablando con Eleanor por teléfono. Me contaba que Niall iba a cenar con Ana el día siguiente. Sería perfecto que fueran novios. Ambos se parecían mucho, y eran adorables juntos. Sally llegó y se sentó en el tejado como cada noche, y así podíamos hablar mejor, sin tener que gritar. Me despedí de mi novia y me subí al tejado. Ella me miraba tímida, sabía que le iba a comenzar a preguntar sobre aquel chico que había subido a su habitación.

-¿Me has estado espiando? -rió Sally tímida.
-No -reí- Sólo que escuché ruido y te vi junto al chico en la ventana -ella sonrió- ¿Tu novio?
-No es mi novio -rió ella nerviosa- Es un compañero de clase.
-Claro, claro... Y el se sube por el árbol y todo para ir a verte solo siendo un compañero de clase.
-Bueno... Por ahora solo es un compañero de clase.
-¿Por ahora? -comencé a reír- ¿Te gusta?
-Es el típico chico que tiene a todas locas y se cree que es el mejor, pero hoy me dijo que quería cambiar y bueno, parecía sincero -le miré un poco extrañado.
-Sally, yo...
-Sí, sé que no es muy de fiar. Pero, esta vez quiero confiar en él.
-Cierto... A lo mejor es una persona increíble.
-Sí -sonrió- Bueno, me voy a dormir. Buenas noches, Louis.
-Buenas noches, Sally.

Sonreí mientras observaba como ella entraba en la habitación. Tenía un poco de miedo, ¿y si el chico no cambiaba y sólo quiere usarla como seguro que hacía con todas? Aunque siempre hay que dar al menos una oportunidad... Sólo esperaba que Sally no acabara sufiendo.

(Narra Harry)

A la mañana siguiente aún seguía sin creérmelo, no podía creer que Sally hubiera confiando en mi y no me había echado a patadas de su casa. En cuanto terminé de almorzar me dirigí a casa de Zayn para ir a hablar con él, seguro que aún esperaba que le contara todo. Cuando llegué a su casa, como siempre sus padres estaban trabajando y estaba solo. Me bajé del coche y después de cerrarlo llamé. No me contestaba, pero su moto estaba aparcada. Llamé un par de veces más hasta que le escuché con su voz grave diciéndome que ya abría. A los pocos segundos abrió la puerta frotándose los ojos. Iba sin camiseta y en cuanto me vio se fue dejándome la puerta abierta. Miré mi reloj, entré y cerré la puerta a mis espaldas.

-Zayn, son las 14:49. ¿Estabas durmiendo?
-Sí... -dijo entrando en la cocina echándose leche en una taza.
-¿Qué horas son estas? A saber que estabas haciendo anoche.
-Llegué tarde de casa de Ashley -levanté mis cejas varías veces seguidas. Él comenzó a reír.
-¿Qué tal tú con Sally?
-Mejor de lo que pensaba.
-¿No te echó de la casa? -dijo sorprendido.
-No. Dijo que iba a confiar en mi -sonreí.
-No me lo creo, de verdad que no.
-Yo tampoco. Pero lo pasé bastante mal...
-¿Por qué?
-Estaba sentado en su cama, justo en frente suya, los dos solos en la habitación, y ella tenía un pijama que incluso le hacía sexy... No sé como pude resistirme -Zayn echó a reír.
-¿La vas a llevar a algún sitio?
-Sí. Le dije que el Domingo quería que saliéramos.
-¿Y sabes donde la vas a llevar?
-Más o menos -dije encogiéndome de hombros.

La tarde pasó bastante rápido. Jugamos al baloncesto y estuvimos viendo un par de películas. Sólo quería que el tiempo pasara rápido, quería que llegara ya la fiesta. Seguro que Sally iba hermosa, con un vestido que le haría más sexy de lo que era, y no me equivoqué.

viernes, 28 de diciembre de 2012

Capítulo 13: ¿Obsesión o amor?

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Capítulo 13: ¿Obsesión o amor?

(Narra Harry)

Entré en el instituto un poco... ¿cabreado? No sabía si esa era la palabra correcta, lo que sí sabía es que era un sentimiento que jamás había sentido, algo que jamás me había provocado nadie, y había sido ella la que lo provocó, aquella morena que desde que llegó nueva al instituto no sabía donde se encontraba el antiguo Harry Styles, ese que hacía lo que quería con las chicas, que solo le preocupaba la gran lista de chicas que habían pasado por su cama y poco más... Pero no paraba de preguntarme si me gustaba ese Harry que era desde que Sally apareció, no sabía que eran esos extraños sentimientos que producía ella en mi, esas ganas de coger al chico del coche y gritarle que ella era mia y solo mia. No sabía quien era él, pero ella lo abrazó demasiado feliz, esa morena perfecta tenía que ser mia, sí o sí.

-Estás celoso -dijo Zayn cuando me alcanzó.

¿Celoso? ¿Aquello que rompe tantas relaciones en las películas? Había escuchado hablar muchas veces de esa palabra, pero no sabía que algún día yo podría sentirla... ¿De verdad que estaba celoso? ¿Por qué iba a estarlo? ¿Era algo Sally para mi? No, no lo era. Solo era obsesión, y en cuanto ella pasara por mi cama ya todo se me pasaría, y volvería el Harry de antes, ¿o no?

-No, no lo estoy.
-Claro que lo estás. Tan solo mírate. Harry, me ha pasado muchas veces cuando miran a Ashley, y sé que tienes ganas de acercarte al chico que estaba apoyado en el coche y golpearle, gritarle y llevarte a Sally sólo para ti.
-Mentira.
-Mentira no -rió él. No sabía donde le veía la gracia- Admítelo, Harry. Te estás enamorando.
-¡Deja de decir tonterías! -dije parándome para mirarle fijamente- Yo sé que en cuanto Sally pase una vez por mi cama se me quitará esta obsesión.
-¿Y tú que sabes? No sabes si después de esa primera vez, querrás otra segunda y así... ¿Cómo sabes que es una obsesión y no amor? No lo sabes, no sabes lo que es el amor.

Zayn me fulminó con la mirada y negó con la cabeza. Iba a responderle cuando entró en la sala de actos dejándome con la palabra en la boca. Cerré mis puños apretando mi mandíbula. Me acerqué a la gran ventana que había cerca de allí y la abrí para poder respirar un poco de aire. Suspiré y levanté la cabeza mirando a los aparcamientos. ¿De verdad que estaba celoso? ¿Qué me estaba enamorando? ¡No! Yo no quería enamorarme... ''Incluso el hombre más mujeriego se enamora cuando llega la chica indicada''. Aquella frase que le dije a Sally el día anterior no salió de mi cabeza durante unos segundos. ¿Era ella la chica indicada? Pensé en lo que me dijo Zayn de camino al instituto esa misma tarde en el coche... La iba a conquistar, la iba a enamorar, tanto como me iba a acabar enamorando yo, ¿o ya lo estaba? ¡Lo que de verdad estaba era hecho un lío! Apoyé mi cabeza en mis manos mientras volvía a suspirar. Levanté mi cabeza de nuevo y cerré la ventana. Sí, iba a ir a por ella, iba a luchar por conquistarla, por descubrir que era el amor, que era esa extraña palabra que Sally había producido en mi.

Entré en la sala de actos y comencé a ayudar a los demás a quitar las sillas y a colocar luces por todos lados, lazos, mesas y de todo para la fiesta. Miraba a Zayn de vez en cuando, hasta que me miró y con una mirada imaginé que había entendido que yo había estado pensando, y estaba dispuesto a luchar.

-Zayn, ¿sabes la dirección de Sally?
-¿Qué? No, no la sé. ¿Por qué?
-Es que... He pensado en ir a hablar con ella.
-Pues tendrás que esperar a mañana, Harry.
-No, por favor, ayúdame a conseguirla. ¡Lo necesito hoy!
-Esta bien... ¿Y sabes donde podemos conseguirla?
-¡Claro! Sígueme.

Dije antes de comenzar a correr por todo el pasillo intentando de que ninguna limpiadora ni ningún profesor me viera. Le pedí a Zayn que se quedara en la puerta vigilando mientras yo entraba al despacho del director. Zayn un poco nervioso aceptó, pues como nos pillaran la ibamos a liar. Entré en el despacho y me senté en la silla mientras encendía corriendo el ordenador. Abrí la carpeta que me apareció en el escritorio imaginando que hay se encontraba toda la documentación de los estudiantes del instituto, y ¡bingo! Acerté. Busqué por la ''S'', pero me aparecían varias con su nombre, intenté recordar su nombre completo... ¡Sally Anne Brooks! Comencé a escribir rápido su nombre y allí encontré su documentación. Salía todo de ella, su dirección, fecha de nacimiento, lugar, nombre de padres, hermanos, número de teléfonos, etc. Apunté corriendo su dirección en un papel y cerré la documentación antes de apagar el ordenador. Abrí con cuidado la puerta y apagué la luz. Zayn me esperaba aún nervioso, aunque ya se le pasó todo mientras nos dirigíamos a los aparcamientos.

-Lo que me has hecho pasar... -dijo suspirando.
-Lo siento -reí- Gracias. Te llevaré a casa y luego iré a la suya.
-¿Y qué le vas a decir?
-No te lo voy a decir -dije haciendo que el riera.
-Encima que te he ayudado...
-Lo siento, Zayn, pero no te lo voy a decir. Aún no valgo para estas cosas...
-Bueno, espero que lo hagas bien, y no la hagas enfadar, ya sabes no le pongas las manos en la cintura y no te acerques a ella para besarla.
-Lo intentaré, pero es que es tan sexy.

Comenzamos a reír. Aquello fue lo último de nuestra conversación. Iba rápido, pero estaba deseando verla. Dejé a Zayn en su casa y me dirigí corriendo a la suya, que por suerte sabía donde se localizaba y no estaba muy lejos de mi casa. En unos seis o siete minutos llegué. Aparqué detrás de un Mercedes Benz negro. ¡Vaya con los coches, ya tendrían dinero! Bajé de mi coche y lo cerré. Estuve unos segundos pensando en si llamar a la puerta, pero, ¿y si estaban los padres? No, aún no. Supe que su habítación era la que estaba encima del tejado, por el color malva de las paredes. Así que con cuidado intenté subir por el árbol que estaba al lado. En cuanto estaba a la altura salté al tejado que se encontraba bajó la ventaba, haciendo bastante más ruido de lo que pensaba. Escuché su dulce voz pronunciando un nombre de chico, Louis. ¡Seguro que era el del Volvo plateado! Suspiré y me senté en su ventana. Ella la abrió y sorprendida dio un paso hacia atrás como si hubiera visto a algun monstruo. Golpeé su ventana para que me abriera, ella se acercó corriendo y la abrió. Me agarró del brazo ayudándome a entrar en su habitación. Luego cerró la ventana y echó las cortinas.

-Harry... -dijo aún sorprendida.
-Hola, Sally -dije sonriendo.
-Co... ¿Cómo sabes mi dirección? ¿Quien te la dio? Nadie la sabe.
-Tranquila -reí- La busqué en el ordenador del director.
-¿En el ordenador del director? -preguntó ella más sorprendida aún- Pero, ¿estás loco?
-Tú eres la que me está volviendo loco.

martes, 25 de diciembre de 2012

Capítulo 12: Acompañante para el baile de primavera.

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Capítulo 12: Acompañante para el baile de primavera.

(Narra Zayn)

Iba de camino al instituto junto a Harry en su coche. Pues nos habían pedido que fuéramos a ayudar a preparar todo para la fiesta del día siguiente, ya que fuimos de los que planeamos todo. Yo ya tenía pensando en invitar a Ashley al baile, ya llevaba dos años acompañándome, pero no sabía que haría Harry en este baile de primavera... ¿Llevaría a Sally? ¿O de nuevo se lo pediría a Jane?

-Harry, ¿a quien le vas a pedir que te acompañe al baile? -pregunté mirándole.
-No lo sé... Aun queda una semana, me lo pensaré.
-Pues ve pensándolo ya... ¿Invitarás de nuevo a Jane?
-No.
-¿Se lo pedirás a Sally? -el me miró un instante y comenzó a reír. Luego volvió a centrarse en la carretera.
-No lo sé.
-¡Harry! Lo estás deseando -reí.
-Ya veré, Zayn. Si se lo pido seguro que me dice que no.
-¿Tú que sabes?
-Me odia.
-Tú te lo has buscado -dije encogiéndome de hombro- Puedes intentar conquistarla esta semana.
-¿Qué la conquiste?
-Claro. Así querrá ir contigo al baile, o tendrás más posibilidades. Estoy seguro de que Sally es algo más que una chica guapa.

Harry no me constestó. Miraba fijamente a la carretera, aunque no sabía si estaba pendiente. Aquello último que le dije le había dejado pensando. Esperaba que le hubiera abierto los ojos y dejara de jugar con las chicas y se centrara en aquella que le hiciera feliz de verdad, no solo por una noche y para ocupar otro hueco más en su lista.

Llegamos al instituto. Harry aparcó junto a un Volvo c30 plateado, que nunca antes habíamos visto aparcado por allí. Salimos del porsche negro de Harry. En el Volvo se encontraba un chico apoyado. Fuimos avanzando sin apartar la mirada de él. Sally salió del instituto sin vernos y bajó los escalones, a los pocos segundos salió Danielle y la siguió. Seguimos con la mirada a Sally que avanzaba rápido hasta el chico que estaba apoyado en el Volvo. El chico abrió los brazos y ella lo abrazó fuerte, él le besó la frente y luego saludó a Danielle. Se montaron en el coche del chico y salieron del instituto. Harry me miró sorprendido y entró rápido al instituto. Estaba celoso, lo conocía. Riendo entré detrás de él.

(Narra Sally)

Durante todo el camino hacia el centro comercial estuvimos comentando sobre Danielle, que no sabía si Liam le iba a pedir que le acompañara al baile, no sabía si él iba a querer ir. Ella quería ir con él, que la primera vez que Liam asistiera al baile de primavera fuera acompañado de ella. ¿Y a mi quien me acompañaría? Nadie aun me lo había pedido... ¿O era demasiado pronto?

Mi hermano aparcó y me despedí de él con un beso en la mejilla. Abrí la puerta y entramos al centro comercial. Estuvimos viendo algunos vestidos en una tienda. Entré en el probador con uno de color burdeos ajustado marcando todas mis curvas rodeando mi cuello dejándome un poco de espalda al aire. Me llegaba por encima de las rodillas. Salí del probador cuando Danielle iba a entrar en el otro de al lado. Antes de entrar, se acercó a mi y me hizo dar una vuelta. Tenía los ojos que se le iban a salir de las órbitas, la miré divertida y comencé a reír. Ella giraba alrededor de mi observándome perfectamente. Asintió con la cabeza mientras se acerca a mi. La dependienta se acercó también a mi y como Danielle dijo que me quedaba genial. Sonriente entré en el probador y me lo quité. Me volví a poner mi ropa y salí del probador para ayudar a Danielle con su vestido. Era tan ajustado como el mio, de palabra de honor, de color azul marino y le llegaba por encima de las rodillas. Ella comenzó a posar poniéndose las manos en su cintura y luego comenzamos a reír. Entró de nuevo en el probador y yo fui a pagar mi vestido. La dependienta me volvió a repetir que me quedaba muy bien, yo sonriente asentí y le pagué. Luego pagó Danielle su vestido y salimos de aquella tienda, para entrar en otra y comprar los complementos y zapatos. Abrimos la puerta de la tienda cuando choqué con una chica morena. Se le cayó su bolso, me agaché y lo cogí. Me levanté y le pedí disculpas. Ella me sonrió tímida mientras se colocaba bien sus gafas negras. De algo me sonaba, sus ojos marrones mezclados con verdes los había visto en algun otro sitio.

-Sally -sonrió ella. ¡Ana! La amiga de Louis.
-Hola, Ana -sonreí- Me alegro de volver a verte.
-Y a mi. ¿Sales de fiesta? ¿O te invitaron a cenar? -sonrió ella mirando mi bolsa.
-Para la fiesta del instituto. ¿Y tú?
-Niall me ha invitado a cenar -sonrió tímida mientras sus mejillas tomaban un color rojo. Sorprendida le miré.
-¡Me alegro! Disfruta -dije dándole un beso en cada mejilla.
-Lo haré -sonrió ella besándome- Espero que nos veamos pronto.
-Lo mismo digo -sonreí- Adiós, Ana.
-¡Adiós! -dijo saliendo de la tienda.

Me acerqué a Danielle que se estaba probando unos tacones negros. Se puso de pie y se lo miró en el espejo. Le hacía unas piernas hermosas. Se acercó el vestido al cuerpo para ver si iba bien con los tacones, ¡y le quedaba precioso! Yo me compré unos altos tacones negros a juego con mi bolso de mano y los complementos. Le dije a Danielle que pagará mis tacones mientras yo me ponía mis vans. Cuando terminó de pagarlo todo me dio mi bolso después de guardar mi cartera y salimos de la tienda. Eran las 1as 20:01, así que decidimos irnos a un Starbucks a tomarnos algo.

-Sally, ¿no tienes coche? -preguntó Danielle mientras esperábamos nuestra bebida.
-No, ¿por qué?
-Es que te he visto un carnet de conducir en tu cartera.
-Sí, es que me saqué el carnet de conducir antes de mudarme a Londres, y mi padre me comprará un coche pronto, o eso me dijo hace unos días -reí.
-¿Danielle? -dijo la dependienta- Aqui tienes tu café.
-Gracias -sonrió.

Nos sentamos en una de las mesas del final junto a la gran ventana. Allí estuvimos hablando sobre el tema de Liam y el baile de primavera. Danielle me comentó que Liam le había dicho que yo le había estado ayudando y porque no le dijo antes por lo que estaba pasando, y dijo que era porque no quería que luego fueran a por Danielle. Si ella hablaba con el director o los denunciaba podía que fueran a por ella, en parte tenía razón, pero en cuanto se enterasen de que había alguien que estaba haciendo daño a algún otro compañero ya lo tendrían vigilado, lo expulsaban o lo metían en un centro como pasó con todos los que me lo hacían a mi. Danielle llamó a su madre para que fuera a recogerla, y me ofreció muchas veces que también me iban a llevar a mi, pero no quise, prefería ir andando. Cuando ella se fue, salí del centro comercial y me dirigí a mi casa. Saqué el móvil y mis auriculares de mi mochila y me puse a escuchar ''Come As You Are'' de Nirvana, los había estado escuchando durante toda mi vida, pues a mi hermano le encantaban tanto como a mi. A los veinte minutos aproximadamente llegué a casa. Entré y saludé a mis padres. Mi hermano no estaba. Subí las escaleras y entré en mi habitación. Solté la mochila detrás de la puerta y entré en el baño para darme una ducha. Me quité las lentillas y me metí en la ducha. Varios minutos después salí en vuelta en una toalla blanca y entré en el vestidor para ponerme el pijama y guardar todo lo que había comprado. Salí del vestidor con un pijama celeste y morado y me tumbé en la cama para comenzar a leer en mi ebook ''Eclipse'' de la Saga Crepúsculo, que tanto me encantaba. Cuando escuché un extraño ruido en mi ventana. ¿Louis? Me acerqué a la ventana y abrí las cortinas cuando me encontré con Harry. Pero, ¿cómo había conseguido mi dirección?

domingo, 23 de diciembre de 2012

Capítulo 11: Fiesta.

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Capítulo 11: Fiesta.

(Narra Sally)

Salí corriendo de la clase de Filosofía, pues llegaba tarde a la de Biología, ya que había estado hablando con el profesor al terminar la clase. Guardé los libros de Filosofía, saqué los de la siguiente hora, Biología, y me dirigí a la clase. El profesor aún no había llegado, suspiré y entré. Me encontré a Liam en la primera fila, y como las mesas estaban de dos esta vez me senté con él. Estaba distraído observando por el microscopio, ni se dio cuenta de que yo estaba allí.

-Hola, Liam -dije interrumpiéndole.
-¡Sally! No te vi hoy -sonrió.
-Yo tampoco a ti -reí- Por cierto, ¿qué es eso de que mañana hay una fiesta?
-Sí, bueno, siempre hacen una fiesta una semana antes del baile de primavera y otra fiesta antes del baile de fin de curso.
-¿Y es mañana?
-Sí.
-¿Tú vas a ir?
-No lo sé... No he ido nunca.
-Vamos, yo me acabo de enterar hoy, así que tendré que ir a comprarme algo esta tarde y rápido.
-No sé... Sally.
-¡Por favor, Liam! También va a estar Danielle, por favor -dije poniendo cara de cachorrito.
-Esta bien, pero tampoco estaré mucho tiempo. No me gustan esas fiestas...
-A mi tampoco, así que me iré contigo -sonreí.
-¡Perfecto! -sonrió él justo antes de que el profesor entrara por la puerta.

Estuvimos haciendo varios trabajos con el microscopio, y de las cuatro parejas que había Liam y yo fuimos los que tuvimos las dos respuestas correctas. Sonrientes y hablando sobre el trabajo que nos mandaron para la semana siguiente salimos de la clase. La siguiente clase pasó como el resto, igual de eterna. En la hora del recreo me dirigí a recepción, pues tenía que hablar con el director, ya que mi madre quería que estuviera en el comedor durante un tiempo. Entré en recepción después de salir un chico con una mujer mayor que imaginaba que era su madre. Saludé al director y me senté en frente de él. Estuve hablando con él, tuve que rellenar un papel que luego firmó él y me dijo que ese mismo día ya podía comenzar a ir al comedor. Sonriente me despedí de él y salí. En cuanto sonó el timbre avisando de que se había acabado el recreo me dirigí al gimnasio, pues tocaba educación física. Era mi primera clase y según me dijo Liam, hoy jugaban al baloncesto, y me alegraba ya que de pequeña había dado clases y aún recordaba algo. Entré en el gimnasio, allí ya se encontraba el profesor. Era bastante joven, musculoso y guapo. Me dio la bienvenida y el uniforme. Me dirigí al baño y entré. Era un pantalón muy corto negro, y ajustado, aunque era perfecto para hacer gimnasia. Y una camiseta blanca de manga corta. Me recogí el pelo en una coleta alta y salí del baño. Entré de nuevo en el gimnasio, ya todos estaban calentando y corrían por toda la pista. Pude ver a Harry corriendo detrás de Zayn intentando alcanzarle. Pasó por mi lado y se paró. Me miró de arriba abajo y comenzó a silbar. Puse mis ojos en blancos y me dirigí a los banquillos para soltar mi mochila. Saludé de nuevo a Liam que estaba allí colocándose bien los deportes. El profesor se acercó a mi.

-Sally, tienes que quitarte las pulseras, y también el colgante.
-¿Qué? No, por favor. Las pulseras no... -dije agarrándomelas.
-Sally, es que no puedes jugar con ellas puestas.
-Por favor...
-Lo siento, Sally, debes quitártelas.

Miré preocupada a Liam, pues el sabía porque no quería quitarme las pulseras. El profesor se dirigió a los demás para decirles que dejaran de correr. Liam me miró un poco preocupado se acercó a mi y me acarició el brazo tranquilizándome. Me sonrió. Le devolví la sonrisa y salimos a la pista. El profesor me dejó un par de minutos viendo como jugaban ellos, la verdad es que los chicos eran bastante buenos, y las chicas se movían a veces, aunque la mayoría del tiempo no hacían nada. Me explicó un poco las reglas, aunque ya las sabía y salí a jugar. Todos se quedaron bastante sorprendidos en cuanto comencé a coger la pelota y a lanzarla, la primera vez no entró a canasta. Pero cuando se la quité a Harry esa vez si que entró. Zayn miraba sorprendido a Harry y este último me miraba igual. Mi equipo iba ganando. Cada vez que canastaba y Harry me miraba sorprendido y desafiante más me gustaba.

(Narra Harry)

Estaba deseando que el profesor le diera el uniforme a Sally, pues tenía que estar bastante sexy con esos pantalones cortos y ajustados. Y no me equivocaba. Iba corriendo detrás de Zayn cuando ella apareció peinándose la coleta alta que se había echo con las manos. Los pantalones cortos le quedaban de maravilla, dejándome ver sus largas y finas piernas. La camiseta blanca y de manga corta le quedaba igual de bien que los pantalones, y como toda la ropa que se ponía le cortaba la respiración a cualquiera. Me paré al lado de ella y la miré de arriba a abajo, por mucho que no quería mirarla mucho, pues sabía que ella lo odiaba, no podía, era imposible, los ojos se me iban solos. Comencé a silbar haciendo que ella volviera a poner los ojos en blancos y pasara de mi. Me encantaba verla así. Comencé a reír y de nuevo me puse a perseguir a Zayn que ya me había vuelto a adelantar. Lo que yo nunca pensé es que Sally podía jugar así al baloncesto, no sabía donde había aprendido a jugar así, pero me quedé bastante sorprendido, y no solo yo, Zayn y seguro que muchos más de la clase. Algunas veces miraba a Zayn, sobre todo cuando ella canastaba, y estaba seguro que Zayn estaba pensando en invitarla a jugar algún día a su casa.

(Narra Ana)

Estaba limpiando las mesas cuando Niall me preguntó aquello. Una pregunta que jamás pensé que llegaría. ¿Me había pedido ir a cenar con él? Estuvimos unos segundos observándonos a los ojos. Sus ojos me volvían loca, ese azul me enamoraba. Sonreí a lo bajo. Pude notar como mis mejillas comenzaron a entrar en calor y a coger un color rojo. Levanté mi cabeza, él aún seguía observándome deseando que contestara a su pregunta.

-Claro -sonreí- Me encantaría.
-Bien -sonrió tímido- Déjame tu dirección.
-Aquí tienes -dije entregándole el cachito de papel donde había apuntado mi dirección.
-Mañana a las 21:30 pasaré a por ti.
-Perfecto -sonreí tímida.

Durante los siguientes quince minutos que estuvimos juntos no hablamos mucho, solo para pedirnos algunas cosas de limpieza. Aunque a veces nos mirábamos y nos dedicábamos algunas sonrisas. Terminamos de limpiar y me ayudó a cerrar. Se despidió de mi con un beso en cada mejilla y un abrazo. Me recordó que al día siguiente vendría a recogerme y algo se produjo dentro de mi, poniéndome nerviosa. Sonreí tímida y me despedí de él. Cuando lo perdí de viste miré mi reloj: 19:49. El centro comercial aún seguía abierto, así que corriendo me monté en un taxi para que me llevara hasta allí y poder comprarme un vestido ideal para la noche siguiente. Después de unos cinco minutos en el taxi le pagué al taxista y me bajé. Entré en el centro comercial y luego a la primera tienda que vi. Allí me estuve probando un par de vestidos, pero no me gustaban para la cena, así que decidí entrar en una tienda más, y allí encontré el vestido perfecto. Era negro y de palabra de honor, ajustado, marcando todas mis curvas y me llegaba por encima de la rodillas. Lo elegí negro pues pensaba que era un color elegante, me compré unos complementos y unos tacones del mismo color de los complementos y el bolso. Me acerqué a la caja y le entregué todo a la dependienta. Ella me guardó el vestido en una bolsa, los tacones en otra, y los complementos y el bolso en otra. Le di el dinero y sonriente me despedí de ella. Iba a salir de la tienda cuando chocé con una chica y se me cayó el bolso al suelo. Me agaché para cogerlo, pero la chica lo cogió antes y me lo entregó pidiéndome disculpas. Levanté mi cabeza colocándome bien las gafas hasta que me encontré con los marrones ojos de una chica morena, acompañada de otra alta y de pelo rizado. La chica con la que tropecé la conocía, aunque no sabía de que. Estuve observándola unos segundos hasta que al fin me di cuenta que era la vecina de Louis, Sally.

jueves, 20 de diciembre de 2012

Capítulo 10: Incluso el hombre más mujeriego se enamora cuando llega la chica indicada.

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Capítulo 10: Incluso el hombre más mujeriego se enamora cuando llega la chica indicada.

(Narra Ashley)

Entré en el instituto saludando a algunos conoidos. Me senté en el banco donde siempre esperaba a Zayn, saqué mi blackberry y me puse a escuchar música mientras chateaba con algunas amigas. Luego, guardé mi móvil y saqué el pequeño espejo que tenía guardado en la mochila y me peiné un poco el pelo con las manos cuando alguien me tapó los ojos. Sonriente acaricié las manos, que sabía perfectamente que eran de Zayn. Las quitó y me giré para poder juntar nuestros labios. Sonreí entre estos. Él saltó el banco y se sentó a mi lado. Me senté encima suya y me agarró las manos.

-Buenas días, preciosa -dijo besándome una vez más.
-Buenos días -le besé.
-¿Qué tal te encuentras hoy?
-Sigue doliéndome el estómago, pero ya un poco menos.
-En cuanto salgas del médico me avisas, por favor -dijo mientras juntábamos nuestras frentes.
-Lo haré, cielo -sonreí.
-Mira Harry -señaló él.
-Vamos, quiero conocer a la chica nueva -dije mientras me levantaba y tiraba de él.

Nos levantamos corriendo del banco y entramos en el insituto. Nos dirigimos a las taquillas cuando vimos a Harry junto con Sally. Yo iba a acercame a ellos para saludarles y conocer a ella, pero Zayn me agarró del brazo para que no les imterrumpiera. Harry estaba en frente de ella, según Zayn nunca los había visto tan cerca. Ambos sonreían y ella de vez en cuando ponía los ojos en blanco y le daba algún golpe en el hombro. Viniendo de Harry seguro que le habría dicho alguna de las suyas. Parecían dos tortolitos. Jane pasó cerca de ellos, Harry la miró y se volvió a girar para mirar esta vez a Sally. Ya ninguno sonreían, parecía que comenzaron a hablar de algo serio. Zayn parecía que más o menos sabía el porque, pero yo estaba completamente perdida.

(Narra Harry)

Iba con las manos metidas en los bolsillos y por primera vez iba mirando al frente sin guiñarle el ojo a un chica o girándome para mirarle el culo. Solo estaba buscando a Sally. Entré en el instituto y me dirigí a mi taquilla para sacar Filosofía. Miré a mi derecha para buscar a Sally pero no estaba. A los pocos segundos una morena entró en el instituto, abrazando a su carpeta, con unos vaqueros negros ajustados que volvía loco a cualquiera. Y sin duda era ella, Sally. Sonreí de lado y cerré mi taquilla. Me dirigí a ella y me coloqué detrás. Iba a poner mis dos manos en su cadera aún sabiendo que ella lo odiaba cuando se giró y me encontré con unos hermosos ojos marrones. Estaba bastante cerca de mi. Estaba nervioso, y no sabía el porque, pues nunca había sentido esos extraños sentimientos. Parpadeé un par de veces. No, ese no era el Harry. Me separé un poco y le sonreí.

-Buenos días, Sally.
-Buenos días, Harry. ¿Como estás?
-Estoy precioso como todos los días -dije haciendo que ella pusieron los ojos en blanco- No te pregunto como estás tu porque también estas preciosa -dije guiñándole un ojo.
-¡Harry! -dijo ella tímida. Sus mejillas estaban rojas. Estaba adorable.

Jane pasó por detrás nuestra lo sabía perfetamente, reconocía su voz. Giré mi cabeza para mirar si decía algo, pero no fue así solo siguió andando con sus dos perritos falderos detrás suya. Miré de nuevo a Sally y me separé de ella. Sarah dejó de reír y también se puso seria. Agarró mi brazo.

-¿Qué te pasa, Harry? -dijo ella mirándome fijamente.
-Jane... Ayer hablé con ella.
-D... ¿de qué?
-Le pedí que te dejara en paz, que se buscara a otro y que se olvidara de mi.
-¿Qué me dejara en paz? Harry no tienes que decirle a nadie que me deje en paz. Ella no me hizo nada.
-Claro que te hizo. No quiere que estés cerca de mi. Y ella no es nadie para decirte con quien te tienes que juntar ni a quien tienes que acercarte.
-Harry...
-No, Sally, por favor... No digas nada. Además yo quiero estar contigo, no con ella.
-Claro y cuando termines conmigo, ya no querrás estar conmigo si no con otra, ¿y así no?
-No sabes que puede llegar a pasar.
-Harry eres un mujeriego y solo quieres a las chicas para que pasen por tu cama y luego ya está, una más para la lista.
-Sally, no estoy enamorado de ti pero que sepas que incluso el hombre más mujeriego se enamora cuando llega la chica indicada.

Sally se quedó callada y luego miró al suelo. A los pocos segundos levantó de nuevo la cabeza justo cuando sonó el timbre avisando de que iba a comenzar la primera clase. Ella se fue sin despedirse y despareció por los pasillos. Suspiré y me dirigí a la clase. Cuando estaba a punto de entrar Zayn y Ashley se acercaron a mi para preguntarme que había pasado con Sally. Les dije que luego hablaría con ellos y entramos en la clase. Mi mirada fue para ella que levantó la cabeza, me miró fijamente y me sonrió. Esa sonrisa produjo algo extraño dentro de mi, como si me hubiera tranquilizado después de la conversación que habíamos tenído hacía unos minutos.

(Narra Niall)

Bajé del autobús y andé hasta Nando's. Scott tendría que estar contento conmigo, pues desde que llegó Ana a Nando's llegaba siempre a tiempo, y es que al pensar que iba a volver a verla me entraban muchísimas ganas de venir a trabajar. Me coloqué bien la mochila y entré. Allí estaba ella, hablando con unos clientes. Tenía el pelo recogido en una coleta alta y ese uniforme le hacía bastante sexy. Sus gafas negras la hacían más adorable de lo que era. Entré a una sala del final para ponerme el uniforme. Un par de minutos después salí y me acerqué a ella para saludarle.

-¡Hola! -dije acercando mis manos a su cintura para hacerle cosquillas. Ella se echó a un lado riéndose.
-Hola, Niall -dijo aún riendo.
-¿Qué tal? -le sonreí.
-Bien -me devolvió la sonrisa- ¿Y tú?
-Bien, también.
-Vamos chicos, dejen de hablar -dijo Sott antes de entrar a su despacho.
-Vaya jefe más aburrido -dijo Ana susurrando mientras se dirigía a una pareja que acababa de llegar.

Comencé a reír y me fui también a atender. La tarde pasó, pero como siempre no pudimos hablar mucho, pues estábamos muy ocupados. Se me había ocurrido invitarla a salir ese fin de semana. ¿Y si ella no quería venir a cenar conmigo? ¿Y si tenía novio? Se lo iba a preguntar en cuanto comenzáramos a limpiar o al cerrar. Scott se despidió de mi sacándome de mis pensamientos, pues ya se iba. Luego se despidió de Ana y nos dejó Nando's para nosotros dos solos. Ana cerró la puerta y comenzamos a limpiar. Tarareábamos algunas de las canciones que sonaban de fondo, pero no hablábamos, hasta que yo decidí romper el silencio.

-Ana, ¿te apetece venir a cenar conmigo mañana?

martes, 18 de diciembre de 2012

Capítulo 9: Sueños.

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Capítulo 9: Sueños.

(Narra Sally)

Después de cenar me despedí de Louis, Niall, Ana y Eleanor y salí de la casa. La verdad es que me habían caído todos bastante bien, eran muy simpáticos y divertidos. Hacía tiempo que no reía asi. Crucé el jardín de Louis y abrí la pequeña puerta para salir a la calle, justo al lado se encontraba mi casa. Abrí la puerta del jardín y cuando llegué a la puerta de entrada la abrí para entrar en la casa. Saludé a mis padres y a mi hermano que estaban en el salón viendo la televisión y subí a mi habitación. Solté la mochila en la cama y cogí los libros que tenía guardados en uno de los cajones del escritorio para preparar la mochila del día siguiente, que al fin ya era Viernes. Después de preparar la mochila bajé al salón. Me eché en el sofá junto con mi hermano y me acerqué a él para apoyarme en su hombro. Él me besó la cabeza y luego siguió viendo la televisión. Mis párpados se cerraban y se abrían lentamente, hasta llegar a quedarse cerrados completamente y yo dormida profundamente. Noté como alguien me llevaba en brazos, abrí mis ojos y me encontré con los verdes ojos de mi hermano. Reí y le abracé por el cuello.

-Gracias, Andrew.
-De nada, pequeña -rió- Buenas noches.
-Buenas noches -dije tapándome con la manta mientras mi hermano apagaba la luz y salía de mi habitación.

Me encontraba en un instituto, aquel instituto de mi pueblo donde a mi me hacían la vida imposible. No había nadie, solo me encontraba yo sentada en el suelo abrazando a mis piernas y llorando. Miré a mi derecha y aparecieron Jordan, Katy y Nick que se acercaban a mi riéndose mientras me señalaban e imitaban como lloraba. Nick venía con un cigarrillo, se me pasó por la cabeza lo peor, así que con miedo me levanté corriendo e intenté echar a correr, pero era imposible, las piernas no se movían estaba como si se hubieran quedado clavadas en el suelo. Me giré y me encontré con Katy que tenía un móvil en su mano para comenzar a grabarlo todo, miré a mi derecha y vi a Jordan que me empujó tirándome al suelo y se sentó encima de mi agarrándome de las muñecas para que no me moviera. Daba patadas pero no conseguía mover las piernas. Nick se agachó y se colocó de cuclillas a mi lado. Le dio la última calada a su cigarrillo y luego me echó el humo en la cara. Comenzó a reír mientras acercaba el cigarrillo a mi brazo. Yo comencé a gritar todo lo fuerte que podía debido al dolor. Giré mi cabeza mientras lloraba y pude ver mi brazo rojo por la parte donde tenía la quemadura que estaba negra. Comencé a gritar, pues el dolor y el miedo me vencía. De repente Nick, Jordan y Katy desparecieron y mi hermano se acercó corriendo a mi mientras gritaba mi nombre.

Abrí corriendo mis ojos mientras gritaba fuerte. Mi hermano estaba en frente de mi agarrándome por los hombros. Me costaba respirar y estaba llorando. Me acerqué a mi hermano para poder abrazarlo mientras rompía de nuevo a llorar. Giré un poco mi cabeza y miré la hora: 5:47. Tan solo había sido un sueño, el mismo tipo de sueño que tenía desde los diez años.

-Sally, ¿te encuentras bien? -dijo mi hermano apartándome el pelo de la cara.
-Ha sido un sueño... -dije volviendo a respirar bien.
-¿Otra vez el mismo?
-Sí...
-Sally, tienes que superarlo, obviamente te va a costar mucho, pues eso nunca se te va a olvidar. Pero intenta dejarlo a un lado y comenzar algo nuevo. Nos hemos mudado a Londres por ti, para que tengas una vida nueva.
-Lo sé, y lo intento, pero no hay día que no piense en todo aquello...
-Normal, Sally... Pero tu tienes ahora que disfrutar, ¿vale? Seguro que ya tienes muchos amgos aquí. Intenta volver a dormir, o date una ducha así se te pasa, yo me voy ya a clase. Te quiero -dijo mi hermano besándome la cabeza y saliendo de mi habitación.

Miré de nuevo la hora: 6:02. Me levanté de la cama y me dirigí al baño. Me desnudé y me metí en la bañera que la había llenado hasta arriba de agua y espuma. A los minutos salí hecha un garbanzo, pero no había nada mejor que una ducha después de un mal rato. Salí del baño envuelta en una toalla celeste y entré en mi vestidor. Me puse unos vaqueros ajustados negros, una camiseta blanca que ponía 'Love' con letras negras en el centro y encima una chaqueta negra. Me puse unas vans del mismo color que la chaqueta y salí del vestidor para abrir la ventana y así que alumbrara la habitación. Me eché un poco de espuma en el pelo dejándomelo ondulado y con dos orquillas me recogí el flequillo. Miré la hora: 7:08. Hice la cama y recogí un poco la habitación. Bajé al salón y dejé la mochila en el sofá. Entré en la cocina para prepararme un cola cao y cuando ya estaba listo subí a mi habitación y me senté en la ventana. Miré la habitación de Louis mientras bebía un poco. Tenía las ventanas abiertas y creía que estaba dando vueltas por su habitación, pues se escuchaba ruido. Iba a bajarme de la ventana cuando Louis se dirigió a la suya para cerrarla, pero antes me vio.

-¡Sally!
-Hola, Louis -sonreí- Buenos días.
-Buenos días -sonrió- ¿Qué tal te has despertado hoy?
-Bien, como todos los días -reí.
-Suerte hoy en clase. Yo me voy ya que tengo que ensayar para un teatro, vendrás a verme, ¿no?
-Claro. ¿Cuando es?
-Es el Jueves que viene. Ya te diré la hora.
-Vale -sonreí- Hasta luego, Louis.
-Adiós, Sally.

Cerré la ventana y bajé al salón. Cogí mi mochila y cuando estaba segura de que ya estaban todas las luces apagadas, salí de casa y me dirigí al instituto. Cogí el Ipod, me puse los auriculares y escuchando canciones de Leona Lewis llegué al instituto. Me acerqué a Liam que acababa de llegar. Se despidió de su madre y se acercó a mi sonriente. Abrí mis brazos mientras ponía cara de cachorrito. Riendo me abrazó por la cintura levantándome un poco y como era más alto que yo me besó la cabeza.

-¿Qué tal hoy? -pregunté mientras cruzábamos el jardín.
-Mucho mejor, ¿tú?
-Bien, anoche tuve una pesadilla, pero bien.
-¿Las que siempre tienes desde que sufrías aquello? Yo también las tengo, una noche sí y la otra también. Por cierto, no vayas a decirle nada a Danielle me gustaría hablarlo yo con ella.
-Esta bien. Os dejo solos -dije mientras besaba la mejilla de Danielle y entraba en el instituto.

Levanté mi cabeza y me dirigí a las taquillas. Abrí mi taquilla, ante la atenta mirada de Jane y sus dos perritos falderos. Me extrañó que no me dijeran nada, solo me mataron con la mirada y sin dirigirme la palabra pasaron por mi lado. Guardé los libros y saqué Filosofía. Cerré mi taquilla y me giré cuando me encontré con los ojos verdes más bonitos que había visto en mi vida.

jueves, 13 de diciembre de 2012

Capítulo 8: Stop Bullying.

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Capítulo 8: Stop bullying.

(Narra Sally)

Cogí la mano de Liam y tiré de él hasta la puerta de su casa. Él me miraba un poco extrañado, pues no le dije donde iba a llevarlo. Pedí un taxi, en cuanto llegó nos montamos y le di la dirección al taxista para que nos llevara a aquel sitio donde siempre había querido ir. Por el camino no hablábamos solo escuchábamos la radio que estaba puesta y en esos momentos sonaba 'Breathe me' de Sia. Podía escuchar como Liam cantaba algunas partes, tenía una voz hermosa. Le miré y le agarré la mano acariciándola. Él me miró y me sonrió. A los pocos minutos después el taxista se giró y nos avisó de que ya habíamos llegado. Le di el dinero después de haberlo discutido con Liam y nos bajamos del taxi. Entramos en un alto edificio y nos acercamos a una especia de recepción. Allí una chica pelirroja nos dio la llave de la habitación 148. Sonriente me despedí de aquella chica y nos montamos en un ascensor para que nos llevara a la tercera planta. Al llegar a esta, tras un extraño sonido, las puertas del ascensor se abrieron, salimos y cruzamos el pasillo de aquella planta. Al llegar a la 148 metí las llaves y abrí despacio la puerta. Dejé pasar primero a Liam. Cerré la puerta a mis espaldas y nos adentramos en la habitación. En una esquina había una gran cesta con treinta globos y un cubo de pintura con cuatro brochas. Dentro de esos globos había pintura de colores. En mi parte puse quince globos y en la de Liam otras quince. Él me miraba sorprendido aunque sabía que en el fondo le había gustado la idea.

Cogí un globo azul y con todas mis fuerzas lo estampé contra la pared manchándola. Me giré para mirar a Liam de nuevo, que tenía en la mano un globo amarillo. Asentí con mi cabeza animándole a que comenzara a lanzar globos contra la pared y a desahogarse. Después de que el comenzara a lanzar globos me puse a lanzar yo también mis globos. Liam ya estaba con demasiada rabia dentro hasta que rompió a gritar mientras lanzaba los globos de colores, y a veces llorando comentaba por cada globo que lanzaba algo que le habían echo en el instituto. Yo terminé de lanzar mis globos cuando a Liam aún le faltaba uno. El me miró con los ojos rojos y lo cogió, luego con todas sus fuerzas lo estampó contra la pared mientras que a través de un fuerte grito soltaba toda su rabia. Agachó su cabeza y a los pocos segundos me miró. Se fue sentando despacio en el suelo rompiendo a llorar. Con sus dos manos se tapó la cara. Corriendo me acerqué a él y le abracé. Así estuvimos un par de minutos, los dos sentados en el suelo, abrazados, llorando, soltando todo lo que había estado guardado dentro de nosotros durante tantos años.

Liam se limpió las lágrimaa y levantó la cabeza para observar la pared que se encontraba pintada de todos los colores. En la misma esquina había un cubo de pintura azul junto con cuatro brochas. Me levanté y cogí dos. Le di una a Liam y con el cubo de pintura azul pintamos en la pared que quedaba blanca. A los minutos nos separamos y pudimos observar nuestra obra de arte. Con grandes letras de color azul escribimos: ''STOP BULLYING'', y alrededor nuestras manos. Liam se acercó a mi y me abrazó.

-Gracias por ayudarme, Sally -susurró en mi oído.

(Narra Louis)

Me despedí del último chico que quedaba en la clase, pues se quedó unos minutos más para preguntarme sobre la prueba que íbamos a realizar una semana después. Teníamos un teatro e iban a venir bastante gente y algunas bastante importantes en esos temas. Mientras recogía mis cosas todo lo rápido posible miré mi reloj, 19:42. Los chicos llevan en mi casa desde las 19:00. Menos mal que Eleanor tenía las llaves de mi casa, si no se tendrían que haber quedado esperando en la calle. Seguro que cuando fuera a casa Eleanor ya se había comiendo todas mis zanahorias. Corriendo salí de la escuela y cogí el coche para dirigirme corriendo a mi casa. Esperaba que Sally no haya llegado, pues no sé que iba a hacer con aquellos tres locos allí sola. En cuanto llegué a casa, metí el coche en el garaje y al salir me encontré a Sally que llegaba a su casa aún con la maleta de clase y las manos pintadas de muchos colores.

-¡Sally! -grité. Ella levantó la cabeza y me sonrió.
-Hola -sonriente se acercó a mi.
-¿Cómo que llegas a estas horas, eh?
-Lo siento, de verdad, es que estaba estudiando para un examen de mañana.
-Si tienes que estudiar lo dejamos para otro día. Le digo a estos tres que se vayan y listo, ¡eh! -reí.
-No, tranquilo, ya me lo sé. Si me dejas entrar en tu baño para quitarme la pintura de las manos te lo agradecería.
-Claro -reí- a saber que has hecho para tenerlas así.

Comenzamos a reír los dos mientras entrábamos en mi casa. Abrí la puerta y allí me esperaban los tres sentados en el sofá jugando a la Wii, y como dije Eleanor se había comido una de mis zanahorias. Ellos nos miraron, se levantaron del sofá y comenzaron a aplaudir.

-¡Llevamos esperando cuarenta y cinco minutos! -dijo Niall.
-Lo siento, lo siento. Es que estábamos ensayando para el teatro de la semana que viene -reí- Ah. Ella es Sally. Sally, ellos son Eleanor, mi novia -señalé- Niall, mi mejor amigo, y Ana, la futura novia de Niall.
-Encantada -sonrió Sally dándole un beso en la mejilla a cada uno.

Todos miraron extrañados las manos de Sally. Ella y yo comenzamos a reír y le señalé el baño para que entrara a quitarse la pintura de sus manos. De mientras, yo entré en la cocina para coger una de mis muchas zanahorias. Cuando entré de nuevo en el salón me encontré con Niall que estaba compitiendo contra Ana en los Juegos Olímpicos y Sally y Eleanor reían. Estaba seguro que Niall ya había echo o dicho alguna de sus tonterías más grandes. Me acerqué a ellas dos y estuvimos observando y riendo con los fallos que cometían alguno de los dos. Luego me tocó jugar con Sally, que parecía ser bastante buena en esto.

-¡Bien! -dijo Sally riendo junto a Eleanor.
-¡No! No vale -dije haciéndome el enfadado.
-Te ganan todas las chicas, Louis -rió Niall.
-Seguro que yo no le gano -rió también Ana.
-Vamos, vamos, nosotras dos, Sally -dijo Eleanor.

Las dos estuvieron bastante tiempo. Ninguna ganaba, las dos eran iguales de buenas. Pero Sally se rindió y acabó ganando Eleanor. Pude observar mientras jugaban las dos a la Wii como sonreía y se reía Sally. Estuve observando cada detalle de ella, y estaba bastante contento porque veía que se lo estaba pasando bien y se llevaba genial con los tres. Después de haber pasado lo que quedaba de noche jugando a los juegos de la Wii los cuatro se quedaron a comer en casa. Y entre muchas risas cenamos todos juntos.

(Narra Harry)

Jane me miraba incrédula. La había liado, sí, pero me había salido solo. Ella riendo se separó de mi y se puso de espaldas. Se colocó bien el pelo y luego se volvió a girar a los segundos para mirarme seria. Se acerco unos centímetros y se quedó mirándome fijamente.

-Está bien, Harry. No te voy a molestar, ni a ti, ni a la nueva. Pero no voy a dejar las cosas así, voy a luchar por ti.
-¿Cómo que vas a luchar por mi? Jane, que te entre en la cabeza que yo he estado así contigo para cuando me aburría. Que yo no quiero nada contigo. No tienes porque luchar, tranquila -dije dirigiéndome a la puerta de entrada.
-Acabarás saliendo conmigo, Harry -dijo ella antes de cerrar la puerta.

Salí de casa de Jane, aún sin creerme lo que acababa de hacer. ¿Dónde había quedado el Harry de antes? Pero, ¿quién dijo que yo iba a quedarme con Sally? En cuanto pasara por mi cama la dejaría como dejé y jugué con Jane. O al menos eso pensaba y quería hacer yo.

martes, 11 de diciembre de 2012

Capítulo 7: Había encontrado a ese alguien.

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Capítulo 7: Había encontrado a ese alguien.

(Narra Liam)

¿Conoces ese sentimiento? Cuando sólo estas esperando... esperando a llegar a tu casa y encerrarte en tu cuarto y quedarte dormido y dejar salir todo lo que contuviste a lo largo del día, ¿el sentimiendo de desesperación? Nada esta mal, pero nada esta bien tampoco, y estás cansado, cansado de todo, cansado de nada, y sólo quieres que alguien este ahí diciéndote que esta bien, pero nunca nadie va a estar ahí, y sabes que tienes que ser fuerte porque nadie te va a curar. Pero estas cansado de esperar, cansado de tener que curarte a ti mismo y a los demás, cansado de ser fuerte, y por primera vez sólo quieres que sea fácil, que sea simple, ser ayudado, ser salvado, sabes que no lo serás, pero sigues ahí, teniendo fe y deseando y sigues siendo fuerte y luchando con lágrimas en tus ojos.

Pero yo ya estaba cansado de ser fuerte, cansado de curarme a mi mismo, necesitaba a alguien que me salve, alguien que me ayude... Yo aún seguía buscando a ese alguien, no sabía cuando iba a llegar. Ese alguien que me ayudara a gritar y a contar todo lo que llevaba guardado dentro desde hacía un par de años, ese alguien que me entendiera...

-Liam, hay una chica abajo esperándote -sonrió mi madre- Yo voy a salir a comprar.
-¿Solo una chica? -dije sorprendido mientras me levantaba de la cama y me acercaba a mi madre- esta bien.
-No tardaré mucho, ¿si? -sonrió mi madre antes de salir de casa- Adiós, preciosa -se despidió de Sally.
-Hola, Sally -sonreí.
-Hola, Liam -sonrió- ¡Al fin encuentro tu casa! -rió ella. Le deje paso para que entrara.
-¿No viene Danielle? -pregunté sorprendido.
-No, me dijo que va a llegar un poco más tarde. Y me dio tu dirección, pero me costó un poco encontrar tu casa -comenzamos a reír.
-¿Quieres tomar algo? -pregunté.
-Un vaso de agua, por favor -dijo mientras entrábamos en la cocina- Oye, Liam... Yo quería hablar contigo...
-¿Qué pasa? -pregunté nervioso.

Ella me hizo una señal con la mano para que esperara mientras bebía del vaso de agua que le di. Miles de cosas me pasaron por la cabeza. Cosas malas. ¿Sabría ella todo lo que me ocurría? Pues... ella había vivido lo mismo que yo, y se podría haber dado cuenta. La miraba fijamente como soltaba el vaso en el fregadero. Ella se giró y se apoyó en la encimera. Levantó su cabeza y me miró fijamente.

-Tienes problemas con los compañeros de la clase, ¿cierto? -preguntó seria.
-No.
-Liam, no te conozco mucho. Pero yo he vivido por eso, y sé perfectamente cuando una persona también lo sufre. ¿Crees que yo no ponía la excusa de que me he caído por las escaleras?
-¿Cómo lo sabes? -dije mirando al suelo.
-Danielle me lo dijo. ¿Por qué nunca se lo has dicho a ella?
-Sally, por favor...
-¡No, Liam! Habla conmigo, confía en mi, suelta todo lo que lleves dentro, te entiendo perfectamente, yo tampoco contaba nada. Tardé cinco años en contárselo a mis padres, no hagas lo mismo que yo, Liam.
-¡Sí! Me pegan, me apagan los cigarrillos en el brazo, me encierran en los baños, me amarran en la moto y me arrastran por la carretera dejándome moratones y heridas por todas partes, me amenazan, no quieren que apruebe... ¡me quieren hacer la vida imposible, Sally! -dije rápido mientras observaba como a Sally se le humedecían los ojos.

Un desagradable nudo se me formó en la garganta impidiéndome seguir hablando... Agaché mi cabeza. Las lágrimas comenzaron a nublar mis pupilas y pocos segundos después bajaban rápido por mis mejillas una tras otra. Sally se acercó rápido hacia mi y estuvo un par de minutos abrazándome, mientras yo lloraba. El sonido de un móvil nos imterrumpió. Era mi móvil, me habían mandado un mensaje y era de Danielle, nos comentaba que no iba a poder venir pues le habían llamado en la escuela de baile. Solté el móvil de nuevo y miré a Sally que me observaba con los ojos rojos. Sonreí y la abracé. Estaba seguro que era ella ese alguien que estaba buscando.

-¿Te sabes lo del examen de mañana? -preguntó ella sacándome de mis pensamientos.
-Sí, ¿y tú?
-No mucho, pero no importa. Tengo que llevarte a un sitio.

(Narra Harry)

Zayn miró su reloj para mirar la hora. 17:38. Levantó su cabeza y volvió a mirarme. Ninguno de los dos sabíamos donde se podía encontrar Jane. ¿En su casa? ¿En casa de alguna amiga? ¿En la calle? Me despedí de Zayn y me monté en el coche. Cerré la puerta y lo puse en marcha. Me dirigía a casa de Jane, tan solo esperaba que estuviera allí, si no hablaría con ella al día siguiente en clase. Cuando llegue a su casa, aparqué el coche y me bajé. Cerré el coche y me dirigí a la puerta de entrada. Llamé. A los pocos segundos escuché a alguien bajar rápido por las escaleras, la puerta se abrió rápido y apareció la morena que me miró sorprendida.

-¡Harry! Hace mucho que no venías a mi casa -dijo ella mordiéndose el labio- Vamos, pasa. Estoy sola -dijo mientras me metía en su casa.
-Jane yo...
-Cállate, Styles -dijo ella agarrándome de la camiseta para comenzar a besarme. Ella sabía perfectamente que amaba que me llamaran Styles y más si venía de una chica.
-Jane, escúchame.

Ella volvió a besarme bajando despacio hasta mi cuello. Era mi debilidad, iba a llegar el momento en el que no podía controlarme, en el que iba a ser mía de nuevo. La cogí de la cintura pegándola a mi, haciendo que nuestros cuerpo chocaran que no hubiera distancia que nos separaba. Tenía mis ojos abiertos, era incapaz de cerrarlos al besarla. Cuanto deseaba hacer aquello con Sally. ¡Sally! Con mis brazos aparté despacio a Jane. Ella me miró sorprendida. Me pasé mi mano por mi boca y la miré fijamente.

-No Jane.
-¿Qué pasa, Harry? -dijo ella acercándose de nuevo.
-¡No Jane! -repetí.
-¿Qué te ocurre, eh? ¿Para que has venido entonces?
-Deja en paz a Sally, búscate a otro, olvídate de mi.

domingo, 9 de diciembre de 2012

Capítulo 6: Liam necesita ayuda.

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Capítulo 6: Liam necesita ayuda.

(Narra Danielle)

Con mi barbilla apoyada en mi mano seguía con la mirada a la profesora de Literatura. Daba vueltas de un lado para otro, a mi se me cerraban los ojos, pues a parte de que no me interesaba la clase, Sally jugaba con mis rizos y eso me tranquilizaba. Me giré un poco y vi que Sally estaba tan aburrida como yo. Puso los ojos en blancos y le enseñé el reloj. Riendo me volví a colocar en mi sitio, ya solo faltaban un par de minutos. En cuanto tocó la sirena todos comenzamos a recoger rápido, pues deseábamos ir ya a casa. La profesora intentaba recordar el examen del día siguiente. Salí junto con Sally y Liam de la clase. Guardamos los libros en las taquillas y nos dirigimos a la puerta de entrada del instituto.

-Chicas, ¿nos vemos esta tarde para estudiar? -preguntó Liam.
-Sí -sonreí.
-¿Nos vemos a las cinco en mi casa? -dijo Liam.
-Claro -dijimos Sally y yo al unísono.
-Genial. Hasta luego -se despidió Liam antes de correr hacia el coche.
-¿Le vienen a recoger? -preguntó Sally mientras salíamos del instituto.
-Eso parece. Nunca antes lo habían recogido en coche...
-Esta mañana también vino en coche.
-¿No está un poco raro? -pregunté.
-No sé... No lo conozco mucho...
-El otro día vi que tenía un moratón en el costado.
-¿Liam? -preguntó sorprendida Sally.
-Sí. No es la primera vez que se lo veo... Siempre suele ponerme excusas.
-¿Como cuáles?
-Me dice que se ha caído por las escaleras. Casi siempre me pone la misma... Ya no sé si creerle. Pero no sé, si le hubiera pasado algo me lo habría contado, ¿no?
-No tiene por que, Danielle... Yo siempre ponía esa excusa cuando me preguntaban por mis moratones.
-Me estas diciendo que...
-No sé... Puede. El otro día un chico le estaba pegando en la clase. Creo que debemos hablar con él. Si está sufriendo acoso escolar tiene que contarlo antes de que las cosas empeoren. No como me pasó a mi... ¿cuánto tiempo lleva en el instituto?
-Dos años -dije.
-¿Y te dijo alguna vez la razón por la que se cambió?
-Mm... cuando se presentó dijo que era porque se mudó.
-Hablaré con él -dijo Sally mientras se despedía de mi.
-¿Nos vemos esta tarde aquí y vamos juntas a casa de Liam?
-Perfecto. Hasta luego, Sally.
-Adiós, Danielle -sonrió la morena mientras se alejaba.

¿Cómo no caí antes? ¿Liam sufría acoso escolar? ¿No confiaba en mi? Me coloqué bien la mochila en mi hombro izquierdo y entré en casa. Saludé a mi madre y mientras almorzaba le comenté que iba a ir a estudiar a casa de Liam. Cuanto terminé de comer subí a mi habitación y solté la mochila en la silla del escritorio. Me eché en la cama. Aún seguía con todas esas preguntas en mi cabeza, ahora había que ayudarlo sea como sea.

(Narra Niall)

Colgué a Louis. Me dijo de ir a las 19:00 a casa, pues quería presentarnos a su nueva vecina, Sally creí escuchar. Me acerqué a la mesa y cogí mi portátil, me senté en la cama y lo abrí para hablar con mi amiga Natalie, pero yo la llamaba Nat. Ella era española, y la conoci hace ocho años cuando iba de vacaciones a Marbella. Ella fue mi primer amor, mi amor de verano, pero por la distancia no funcionó, aunque para mi ahora era la mejor amiga del mundo. Cuando mi portátil se encendió, abrí Skype y en cuanto vi que estaba conectada le di para comenzar una videollamada.

-¡Nat!
-¡Horan! ¿Qué tal? -sonrió ella.
-Genial -sonreí- ¿y tú?
-Muy bien.
-Me alegro. Por cierto, tengo que contarte algo -ella se sentó bien en la cama. Reí.
-¡Dime!
-Hace dos días conocí a una chica -dije tímido.
-¿Y como es? -sonrió ella ampliamente.
-Es guapísima. Morena, sus ojos son marrones aunque si el da el sol se ponen verdes. Y está trabajando conmigo en Nando's. Choqué con ella en la parada del autobús y al día siguiente me la encontré en Nando's buscando trabajo.
-¡No me vayas a olvidar! -rió ella haciéndome reír a mi también.
-Nunca -reí.
-Me tengo que ir, rubio, ya hablamos. ¡Y pronto me tienes que presentar a la chica!
-Cuando quieras -reí- Ya hablamos, te quiero.
-Te quiero, Horan -dijo ella antes de cerrar la videollamada.

Apagué mi portátil sonriente y lo volví a dejar encima del escritorio. Abrí el armario y cogí ropa nueva. Elegí unos vaqueros y una camiseta verde que ponía: 'Free Hugs' con letras negras. Entré en el baño y a los minutos salí ya arreglado y preparado para dirigirme a casa de Louis.

(Narra Harry)

Estuve toda la tarde pensando en aquella frase que me puso Zayn en la notita. Por mucho que quería pensar en otra cosa no podía, estaba muy intrigado. Seguro que era otra cosa, otra pelea estúpida que solía tener con Ashley, esas típicas peleas, que a los cinco minutos ya está todo arreglado. Cogí las llaves del coche y el móvil. Salí de casa y me monté en el coche. Cuando lo puse en funcionamiento me dirigí a casa de Zayn. Como casi todos los días me esperaba en la cancha de baloncesto que tenía en su jardín. Me bajé del coche y me acerqué a él guardando las llaves del coche en uno de los bolsillo del pantalón.

-Hola -dije mientras abría la pequeña fuerta de su jardín y me acercaba a él.
-Hey, Harry -dijo el lanzando la pelota a la canasta. Me puse debajo para cogerla.
-¿Qué es lo que querías contarme? No he podido dejar de pensar en eso...
-Es sobre Sally -dijo Zayn mirándome fijamente.
-Tío, tú tienes a Ashley, ¡ella par...
-¡Harry tío abre los ojos! -dijo interrumpiéndome.
-¿Qué pasa?
-No ves que Jane la odia. Y conoces perfectamente a Jane, y sabes que puede hacerle cualquier cosa.
-¿Por qué la odia? Sally no le hizo nada.
-¿Eres tonto o qué? Que le tiene envidia. Ayer cuando te fuiste junto con Jake a jugar al fútbol, me enteré que le decía a las demás chicas: ''Se va a enterar esa'' -dije imitando su voz- Y hoy me la encontré a las dos juntas en una taquilla. Jane la miraba con odio... Y viniendo de Jane me espero cualquier cosa.
-¿Y que hago? -dije mirándole fijamente.
-Habla con Jane, y le dices que te deje en paz, o dejas de intentar ligarte a Sally.

¿Decirle a Jane que me deje en paz? ¿Dejar de intentar ligarme a Sally? La segunda opción es más fácil que la primera. ¿Con quien me acostaría cuando me aburriría? ¿Con quien jugaría? Sally pasa de mi... No sabía que hacer... Si dejar a Jane y esperar hasta que Sally cayera rendida a mis pies o dejar a Sally y jugar como quisiera con Jane... Levanté mi cabeza y le pregunté a Zayn que aún esperaba mi respuesta:

-¿Sabes donde puede estar Jane en estos momentos?

viernes, 7 de diciembre de 2012

Capítulo 5: Odio.

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Capítulo 5: Odio.

(Narra Sally)

Entré en casa y de nuevo sola. Subí a mi habitación y solté la mochila. Me senté en la cama y apoyé mi frente en mis manos que estaban apoyadas en mis piernas. Levanté mi cabeza y miré la pared malva. Suspiré y entré en el baño. Cerré el pestillo y me puse en frente del espejo. Cuantas veces había hecho aquello... Ahora vomitaría o con una pequeña navaja me haría varios cortes en mi muñeca, pero esta vez no, no me iba a hacer daño porque de nuevo me sienta pequeña delante de una sin cerebro del instituto. Encendí el grifo y me eché agua en la cara, luego, cerré el grifo y me sequé la cara. Me miré un instante en el espejo. Salí del baño y me puse a hacer deberes, y así pasó mi tarde de Miércoles.

(Narra Liam)

Iba de camino al instituto, ya que el profesor había llamado a mis padres para hablar sobre mi impuntualidad. Entramos en el instituto y nos dirigimos a la clase donde nos esperaba el profesor. Se saludaron y nos sentamos en frente de él.

-Bueno, yo quería hablar con usted sobre la impuntualidad de Liam en las clases. Lleva unos días que cada vez llega más tarde a clase.
-Pero Liam sale tiempo antes de casa. Nunca antes le había pasado esto -dijo mi madre.
-Mire, aquí está el libro de faltas. Hoy tiene falta a primera hora -señaló el profesor.

El profesor seguía enseñando las faltas a mi madre. Unas ganas horrorosas de decir que Colin me pegaba, que me tiraba con la moto por la carretera, que me apagaba los cigarrilos en el brazo, que me encerraba en los baños para que no asistiera a clase, que me dejaba moratones por todas partes, se apoderaron de mi. Todas esas cosas querían salir de mi boca, pero como muchas otras veces por miedo me callaba y pedía perdón. Mi madre se despidió del profesor y salimos de la clase.

-Liam, ¿por qué faltas a clase? -me preguntó mi madre de nuevo.
-Mamá, ya te dije que a veces me distraigo por el camino...
-Pues tendrás que salir antes de casa.
-¡No, por favor!
-Pues, te traeré yo al instituto, pero que no me vuelvan a llamar para decirme que faltas a las clases.

Asentí cabizbajo, pues esas cosas me dolían en parte. Sabía que la culpa era mia y era un completo idiota, pero el miedo me vencía... En parte quería que mi madre me trajera en coche al instituto, pues no me volverían a hacer más lo de las motos... pero Colin podría pensar que he contado lo que pasa y aquello podía empeorar las cosas. Me monté en el coche y por la ventana observaba Londres. Deseaba llegar ya a casa para encerrarme de nuevo en la habitación y allí llorar todo lo que quisiera.

(Narra Louis)

Me despedí de Eleanor y entré en la cocina para coger una de mis zanahorias. Abrí el último cajón del frigorífico y allí estaban todas juntas. Cogí una y cerré el cajón, y luego la puerta del frigorífico con el pie y mientras le metía un bocado a la zanahoria fui subiendo las escaleras despacio. Crucé el largo pasillo y entré en mi habitación. Abrí el armario y saqué un pijama para ponerme, aún no era de noche, pero como no iba a salir más, pues me lo puse. Me eché en la cama y ahí tumbado terminé de comerme mi zanahoria. Me levanté de la cama e iba a salir de la habitación cuando vi a Sally por la ventana. Me acerqué a la ventana para poder verla mejor. Tenía un moño mal echo, y tenía también puesto el pijama. Escribía, imaginaba que hacía deberes, tenía puesta unas gafas de vista y pasaba la lengua por sus labios de vez en cuando mientras escribía. Se sentó bien en la silla mientras suspiraba. Se quitó las gafas y se frotó los ojos. Se volvió a colocar las gafas y comenzó a escribir de nuevo mientras leía lo que escribía.

-Sally -susurré mientras me sentaba en el tejado que estaba debajo de mi ventana- Sally -repetí.
-¿Louis? -dijo ella mientras se levantaba de la silla.
-Aquí -reí.
-¿Qué haces? -rió- Estaba haciendo deberes.
-Descansa un poco -sonreí.
-¿Qué tal? -sonrió.
-Bien, he pasado buena tarde, ¿y tú?
-Haciendo deberes, no muy bien -rió.
-¿Por qué no vienes mañana a casa y así te despejas un poco? Y así te presento a unos amigos y a mi novia -sonreí.
-No sé...
-Vamos, ¡te vendrá bien!
-Si todos son igual con las zanahorias, no eh.
-Tranquila, solo mi novia -reí.
-Bueno, me lo pensaré -sonrió- voy a seguir haciendo deberes, hablamos luego. Adiós, Louis.
-Hasta luego, Sally -sonreí mientras me subía a la ventana y entraba en la habitación.

Me quedé observándola unos segundos más. Ella volvió a colocarse sus gafas y comenzó a leer esta vez el libro y luego, de nuevo a escribir. Quería que hiciera amigos aquí, no sé como le iba en el instituto, pero estaba seguro que se iba a llegar genial con Eleanor, Niall y Ana.

(Narra Jane)

Entré en el instituto como todas las mañanas sonriente y guiñándole el ojo al primer chico guapo que pasaba por delante de mi. Pero, yo solo buscaba a uno. Saludé a Blair y Alison con un beso en cada mejilla y juntas entramos las tres en el instituto. Nos acercamos a las taquillas para coger los libros de la primera clase, Historia. Al menos tenía a Harry a mi lado en esa clase. Iba a cerrar mi taquilla cuando Blair me señaló a Harry que estaba junto con la nueva, Sally. Cerré fuerte mi taquilla haciendo que todos pararan y me miraran. Me apoyé en la taquilla y así los estuve observando hasta que Harry se fue. Blair y Alison se fueron detrás de Harry, ya que quería distraerlo mientras yo hablaba con la nueva. Me acerqué a Sally y le cerré la taquilla fuerte haciendo que ella dara un pequeño salto y me mirara un poco asustada.

-Hola, Sally -sonreí- Veo que te llegas muy bien con Harry, ¿no?
-No -dijo ella abriendo de nuevo su taquilla.
-Eso espero.
-¿Y si me llevo bien con él pasa algo?
-Claro que pasa -dije mirándola fijamente- No quiero que vuelvas a estar cerca de él.
-¡Sally! -escuché gritar a un chico. Me giré y Zayn corría hacia nosotras.
-No te quiero ver cerca de él, ¿entendiste? -susurré antes de alejarme de ella.

(Narra Zayn)

Estaba sentado en uno de los bancos del jardín cuando vi entrar a Harry junto a Sally. Esperaba que Jane no los viera, pues no dejé de pensar en aquella frase que dijo el día anterior en el parque. Tiré mi cigarrillo y lo apagué con el pie. Me colgué la mochila en los hombros y con la mano metida en los bolsillos entré en el instituto cuando tocó el timbre. Mi novia iba a faltar a clase esa día, me dejó un mensaje diciendo que se encontraba mal, así que en cuanto terminara las clases iba a ir a verla. Entré en el instituto y me dirigí a las taquillas para coger mis libros cuando me encontré a Sally hablando con Jane. Jane miraba con odio a Sally, y esta última pasaba de ella mientras guardaba los libros. En cuanto cerré mi taquilla me dirigí hacia ellas dos.

-¡Sally! -dije mientras andaba hacia ellas. Jane le susurró algo que no conseguí oír a Sally y se fue- Hola, soy Zayn, encantado -sonreí.
-Sally, igualmente -sonrió mientras me daba dos besos en cada mejilla.
-Bienvenida -dije devolviéndole los dos besos.
-Gracias -dijo sonriente mientras cerraba su taquilla.
-¿Qué te dijo Jane?
-Nada, solo vino a darme la bienvenida, ya sabes -dijo mientras comenzábamos a caminar dirigiéndonos a la clase. Sabía perfectamente que mentía.
-No le hagas caso a lo que te diga. Es una más sin cerebro...
-Lo tendré en cuenta -rió.
-Por cierto, ¿qué tal con Harry?
-¿Harry? Nada, ¿por qué?
-No sé... Os he visto entrando juntos en el instituto.
-Es que se cree que ya estoy loca por él... Es un poco creído, ¿no crees? -dije ella riendo mientras entrábamos en clase.
-Un poco -reí mientras me sentaba detrás de ella y en frente de Harry.
-¿Un poco qué? -dijo Harry metiéndose en la conversación.
-Que eres un poco creído. Aunque yo creo que bastante -dijo Sally girándose para mirarnos.
-¿Eso crees? -rió Harry.
-Sí -sonrió Sally mientras se colocaba bien en su silla dándonos la espalda.

Pude observar como Jane miraba con odio a Sally mientras hablaba con Harry. No la entendía, de verdad. ¿No se daba cuenta que Harry solo la quería para pasar algunas noches? ¿Estaba ciega, o qué? Tenía que hablar con Harry pronto. Cogí un cacho de papel, abrí mi estuche, cogí un bolígrafo azul y escribí esto para pasárselo a Harry: ''Quedamos esta tarde en mi casa. Tengo que hablar contigo''.

martes, 4 de diciembre de 2012

Capítulo 4: Celos.

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Capitulo 4: Celos.

(Narra Ana)

No me podía creer que me iba a encontrar de nuevo con Niall, y mucho menos que ahora lo iba a ver a todos los días, ya que conseguí trabajo en nando's. Me alegraba porque a parte, de que ya lo conocía, estaba segura que era un chico increíble.

-Hola de nuevo -sonrió él mientras guardaba un pedido en una bolsa.
-Hola -sonreí.
-No pensé que nos íbamos a volver a ver de esta forma.
-Yo tampoco –reí- pero, me alegro de volver a verte.
-Y yo –sonrió.

Las tres horas que estuvimos allí trabajando juntos apenas hablamos, pues estábamos bastante ocupados. En la última media hora estuve limpiando, mientras, el recogía las cosas de las mesas. Se puso a cantar ‘Grenade’ de Bruno Mars. Esa canción me encantaba. La verdad, es que no lo hacía nada mal, me gustaba su voz. En cuanto vio que le estaba mirando dejó de cantar. Riendo comencé a cantar yo también, no lo hacia tan bien como él, pero era para animarnos. Luego él comenzó a cantar también y así estuvimos hasta que terminamos. Cerramos nando’s y me despedí de él. Iba a cruzar la calle cuando me llamó. Me giré y me acerqué a él.

-Es temprano. ¿Quieres venir a tomar algo a aquella cafetería? –señaló- Luego, me gustaría presentarte a unos amigos.
-Claro –sonreí. Cruzamos la calle y entramos en la cafetería. Nos sentamos en una de las mesas que estaban junto a las grandes ventanas y a los segundos llegó la camarera.
-Buenas tardes –sonrió- ¿Qué vais a pedir?
-Yo un café. ¿Y tú? –dije.
-Yo también.
-Entonces dos. Ahora mismo los traigo –dijo mientras se iba.
-Háblame de ti –sonrió.
-Bueno, me llamo Ana Bennett y tengo veintitrés años. ¿Y tú?
-Me llamo Niall Horan y tengo veintitrés años. ¿Qué te gusta hacer?
-Me gusta comer –reí- Y la música.
-¡A mi también! –rió- Es una de las razones por las que siempre quise trabajar en nando’s.
-Aquí tienen –sonrió la misma camarera de antes.
-Gracias –dijo Niall- ¿Tocas algún instrumento?
-El piano, y me encantaría aprender a tocar la guitarra.
-Yo sé tocar la guitarra. Tú me enseñas a tocar el piano y yo te enseño a tocar la guitarra. ¿Qué te parece?
-Perfecto. Cuando quieras –sonreí mirando fijamente a sus hermosos ojos azules

(Narra Danielle)

El timbre de casa sonó. Bajé corriendo las escaleras intentando de no caer. Me acerqué a la puerta y abrí. Allí me esperaba el mejor chico, mi mejor amigo, Liam. Le deje pasar y el entró a saludar a mi madre, que lo quería como a uno mas de la familia. Luego subimos a mi habitación y nos sentamos en el escritorio para hacer matemáticas. Era el mejor de la clase, y siempre me ayudaba en lo que le pedía. Liam se agachó para sacar los libros de su mochila, dejándome ver su costado. Y de nuevo ese moratón que tanto llamaba mi atención.

-Liam, tienes otro moratón aquí –dije acercando mi dedo. Liam se colocó bien en la silla haciendo que mi dedo tocara sin querer el moratón.
-¡Ah! –se quejó Liam.
-¿Otra vez te has caído por las escaleras?
-Es el mismo moratón del otro día.
-No, Liam, este es más grande.
-Pues, se estará poniendo peor… -Se colocó bien la camiseta- ¿Empezamos?
-Sí –dijo no muy convencida.

Y de nuevo me cambió de tema. Ya no sabía que hacer para que me explicara porque sus moratones o heridas por todo el cuerpo. No quería pensar que le pegaban, porque si fuera así ya me lo habría contado, pues siendo su mejor amiga imaginaba que confiaba en mi, ¿o no? Y si era eso… como podría asegurarme o hacer que me lo contara… o quien… ¿Sally?

(Narra Eleanor)

Estábamos jugando a los juegos olímpicos en la Wii, y en ese momento estaba haciendo rabiar a Louis porque le estaba ganando, es que era la verdad, era más buena que él. Con un extraño baile que siempre solía hacer él, celebré mi victoria mientras observaba como Louis se sentaba en el sofá haciéndose el enfadado. Me acerqué a él y me senté a su lado para darle un beso, pero nos interrumpió el timbre. Louis se levantó y se dirigió a la puerta. Abrió. Pude escuchar como Niall presentaba a Louis una chica y luego entraron en el salón los tres al salón.

-Hola, Eleanor –sonrió Niall- Ell…
-¿¡Ana!? –le interrumpí abrazando corriendo a mi rubia favorita.
-¡Eleanor! –gritó ella abrazándome.
-¿Os conocéis? –preguntó Niall.
-Creo que son mejores amigas –rió Louis- por eso me sonaba tanto… La he visto en fotos contigo –dijo mi novio mirándome.
-Sí –asintió Ana riendo- es mi mejor amiga.
-¡Entonces perfecto!
-¿Jugamos a la Wii?
-¡Sí! –dijimos todos al unísono.

(Narra Zayn)

Estábamos todos en el parque, donde solíamos quedar siempre. Jane, Harry, Blair, Jake, Alison, Natalie, Ashley, Annette y yo estábamos sentados en el césped, mientras los otros jugaban al fútbol. Ashley estaba entre mis piernas, yo la rodeaba con mis brazos y ella jugaba con mis manos.

-¿Qué os parece la nueva? –preguntó Blair.
-¿Sally? La odio –rió Jane.
-¡Qué está buenísima! –dijo Harry a la vez.
-¿Qué está buenísima? –dijo Jane mirando fijamente a Harry.
-Opino igual que a Harry –rió Jake.
-Pero si es horrorosa…
-Ya quisieran algunas ser como ella –dijo Harry mirando al suelo.
-¿¡Venís a jugar!? –gritó Dylan.
-¡Voy! –Jake y Harry se levantaron. Besé la mejilla de mi novia y me levanté para ir a jugar.
-Se va a enterar esa… -dijo Jane.

¿A qué se refería con eso? Viniendo de Jane me esperaba cualquier cosa. Harry la había liado, no sé como se atrevió a decir eso estando ella delante sabiendo como es Jane. Tenía que hablar con Harry antes de que empeoraran las cosas.