Capítulo 14: Confía en mi.
(Narra Sally)
Miraba a Harry incrédula. ¿Había
oído bien o eran imaginaciones mías? ¿De verdad que dijo que era
yo la que le estaba volviendo loco? Lo miraba fijamente a los ojos,
parpadeé un par de veces seguidas y una tímida sonrisa quiso
aparecer en mi rostro, una estúpida sonrisa que esbocé
contagiándosela a Harry. El me miraba con una amplia sonrisa y sin
despejar la mirada de mi ni un segundo. Me senté en mi cama y con la
mano le indiqué que se sentara en frente de mi. Yo estaba apoyada en
el cabecero y él en frente. Aún no le había hablado, pero es que
no sabía que decirle. No sabía si era de sus típicas frases para
conquistar a todas o si lo decía de verdad... Pero viendo como era
Harry con todas me imaginé lo primero.
-Ya claro, ¿a cuántas más se lo has
dicho?
-No, Sally... Yo... -su sonrisa
desapareció y agachó la cabeza un poco avergonzado.
-¿Qué pasa?
-Yo quería hablar contigo sobre ese
tema...
-¿Qué tema? Me estas asustando...
-Verás, yo... Yo voy a cambiar. Quiero
centrarme, y... enamorarme.
-¿Enamorarte? Oh, no. Harry, me estás
diciendo que...
-No, bueno, no lo sé. Es que... cuando
te vi con aquel chico pues... Me puse celoso, o eso dijo Zayn.
-¿Zayn? Espera, ¿qué chico?
-Sí, hoy cuando terminaste de preparar
lo de la fiesta, saliste corriendo y abrazaste a un chico que estaba
junto a un Volvo plateado.
-Harry, era mi hermano.
-¿Tu hermano? -comencé a reír. Él
rió nervioso y luego me miró fijamente haciendo que me perdiera en
sus hermosos ojos verdes.
-Sí, era mi hermano -sonreí- ¿De
verdad estabas celoso?
-Un poco... O bueno, eso dijo Zayn, yo
no lo creía. No sabía lo que era.
-¿No sabías lo que era?
-No. Nunca me enamoré, no sé lo que
es el amor, no sé lo que son los celos, esas mariposas en el
estómago de las que siempre hablan en las películas románticas,
esas ganas de pasar el mayor tiempo posible con ella, no sé lo que
es... Y por eso mismo yo quería venir aquí, Sally. Quiero que seas
tú la que me enseñe que es la palabra amor.
Miraba fijamente a Harry. Sus palabras
sonaban sinceras y de vez en cuando esbozaba alguna sonrisa tímida,
algo que jamás había visto en Harry. Y aunque lo conociera de poco
tiempo no era nada tímido. Lo miraba fijamente a los ojos
perdiéndome en ellos. Parpadeé varias veces seguidas y sonreí a lo
bajo, quería hablar y contestarle pero como antes, me había dejado
muda. Algo extraño se produjo dentro de mi, algo que en parte me
daba miedo, porque quien sabe si en realidad todo era cierto, y no
era de las suyas para hacerme caer a sus pies y luego dejarme para
irse con otra. Levanté mi cabeza para mirarle. Él aún no me había
quitado el ojo de encima y su sonrisa no había desparecido de su
rostro.
-Sé que ahora no me creerás por como
he sido con las chicas... Pero, por favor, confía en mi.
-Esta bien, Harry. Confiaré en ti -el
me miró sonriente.
-Por cierto, te quedan genial las
gafas.
Me acerqué la mano a los ojos para
tocarme las gafas, ¡pensé que me las había quitado! Reí y me las
coloqué bien. Le pregunté a Harry si quería algo de beber o comer
pero no quiso nada. Estuvimos un rato hablando, cerca de la hora y
media, pero mi madre nos interrumpió para que yo bajara a cenar.
Harry se acercó a la ventana.
-¿Quieres salir mejor por la puerta?
-No, tranquila. No quiero que tus
padres me vean... -dijo acercándose a mi para darme un beso en la
mejilla.
-Esta bien -sonreí tímida- Nos vemos
mañana en la fiesta.
-Ya hablaremos. Quiero el Domingo
llevarte a un sitio, pero no te lo voy a decir, es sorpresa.
-Odio las sorpresas.
-Pues conmigo tendrás muchas sorpresas
-dijo riendo- Bueno, nos vemos mañana. Adiós, Sally.
-Adiós, Harry.
Le ayudé a bajar de la ventana y
observé como bajaba por el árbol. Cuando ya estaba en la acera, en
frente de la casa de Louis, me miró y se despidió con la mano. Me
despedí por última vez y me iba a meter en la habitación cuando vi
a Louis en su ventana. Le miré riendo, deseando que no hubiera
escuchado ni visto nada. Me hizo una señal con las manos dándome a
entender que después hablaríamos mientras movía las cejas de
arriba a abajo. Puse los ojos en blanco y bajé al salón para cenar.
(Narra Louis)
Escuché ruido en la casa de Sally, asi
que me asomé a mi ventana para ver si pasaba algo cuando me encontré
con un chico sentado en su ventana, ella estaba detrás de él con
una estúpida sonrisa en la cara, igual que la del chico. En realidad
eran muy tiernos... él había subido por el árbol y había llegado
hasta su ventana para verla y hablar con ella. Cuando se despidió
del chico con la mano se giró para entrar en su habitación. Ella
comenzó a reír. Yo le hice una señal con la mano para decirle que
luego quería hablar con ella. Puso los ojos en blancos y se bajó de
la ventana.
De mientras que esperaba a Sally estuve
hablando con Eleanor por teléfono. Me contaba que Niall iba a cenar
con Ana el día siguiente. Sería perfecto que fueran novios. Ambos
se parecían mucho, y eran adorables juntos. Sally llegó y se sentó
en el tejado como cada noche, y así podíamos hablar mejor, sin
tener que gritar. Me despedí de mi novia y me subí al tejado. Ella
me miraba tímida, sabía que le iba a comenzar a preguntar sobre
aquel chico que había subido a su habitación.
-¿Me has estado espiando? -rió Sally
tímida.
-No -reí- Sólo que escuché ruido y
te vi junto al chico en la ventana -ella sonrió- ¿Tu novio?
-No es mi novio -rió ella nerviosa- Es
un compañero de clase.
-Claro, claro... Y el se sube por el
árbol y todo para ir a verte solo siendo un compañero de clase.
-Bueno... Por ahora solo es un
compañero de clase.
-¿Por ahora? -comencé a reír- ¿Te
gusta?
-Es el típico chico que tiene a todas
locas y se cree que es el mejor, pero hoy me dijo que quería cambiar
y bueno, parecía sincero -le miré un poco extrañado.
-Sally, yo...
-Sí, sé que no es muy de fiar. Pero,
esta vez quiero confiar en él.
-Cierto... A lo mejor es una persona
increíble.
-Sí -sonrió- Bueno, me voy a dormir.
Buenas noches, Louis.
-Buenas noches, Sally.
Sonreí mientras observaba como ella
entraba en la habitación. Tenía un poco de miedo, ¿y si el chico
no cambiaba y sólo quiere usarla como seguro que hacía con todas?
Aunque siempre hay que dar al menos una oportunidad... Sólo esperaba
que Sally no acabara sufiendo.
(Narra Harry)
A la mañana siguiente aún seguía sin
creérmelo, no podía creer que Sally hubiera confiando en mi y no me
había echado a patadas de su casa. En cuanto terminé de almorzar me
dirigí a casa de Zayn para ir a hablar con él, seguro que aún
esperaba que le contara todo. Cuando llegué a su casa, como siempre
sus padres estaban trabajando y estaba solo. Me bajé del coche y
después de cerrarlo llamé. No me contestaba, pero su moto estaba
aparcada. Llamé un par de veces más hasta que le escuché con su
voz grave diciéndome que ya abría. A los pocos segundos abrió la
puerta frotándose los ojos. Iba sin camiseta y en cuanto me vio se
fue dejándome la puerta abierta. Miré mi reloj, entré y cerré la
puerta a mis espaldas.
-Zayn, son las 14:49. ¿Estabas
durmiendo?
-Sí... -dijo entrando en la cocina
echándose leche en una taza.
-¿Qué horas son estas? A saber que
estabas haciendo anoche.
-Llegué tarde de casa de Ashley
-levanté mis cejas varías veces seguidas. Él comenzó a reír.
-¿Qué tal tú con Sally?
-Mejor de lo que pensaba.
-¿No te echó de la casa? -dijo
sorprendido.
-No. Dijo que iba a confiar en mi
-sonreí.
-No me lo creo, de verdad que no.
-Yo tampoco. Pero lo pasé bastante
mal...
-¿Por qué?
-Estaba sentado en su cama, justo en
frente suya, los dos solos en la habitación, y ella tenía un pijama
que incluso le hacía sexy... No sé como pude resistirme -Zayn echó
a reír.
-¿La vas a llevar a algún sitio?
-Sí. Le dije que el Domingo quería
que saliéramos.
-¿Y sabes donde la vas a llevar?
-Más o menos -dije encogiéndome de
hombros.
La tarde pasó bastante rápido.
Jugamos al baloncesto y estuvimos viendo un par de películas. Sólo
quería que el tiempo pasara rápido, quería que llegara ya la
fiesta. Seguro que Sally iba hermosa, con un vestido que le haría
más sexy de lo que era, y no me equivoqué.